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Qué necesito

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca y Logo Registrados) Despertar cada mañana y agradecer a La Vida. Caminar a la cocina, poder preparar el mate. Conservar en la memoria a las personas queridas. Abrir las ventanas, dejar que el sol me acompañe. Que el aire renueve el día y barra las amarguras. Recibir mensajes con noticias de mis hijos. La llamada de un amigo y disfrutar la charla. Sentarme frente al escritorio, abrir la computadora e inundar de música la casa. Que la actividad coral me envuelva siempre en esa fascinación que sucede en cada ensayo. Tener a mano lápiz y papel, y poder capturar mis ideas y pensamientos en las palabras. Jugar con ellas y que posibiliten el nacimiento de relatos o cuentos productos de una consciente escucha. Compartir las letras, en ese lugar de inspiraciones mágicas, con quienes poseen ese Ángel que les permite apreciarlas.  Que sean claras y accesibles a todos. Completar mi proyecto acompañando a alguien, de cualquier parte, raza, creencia o rango

Despertar a la conciencia

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Esta mañana me desperté con este cuestionamiento. Ni siquiera sé qué lo motivó. ¿Cuánto se puede decir sobre la mentira? Sin pensarlo mucho, vienen a mi mente muchas ideas, pero lo que me resulta evidente es que la utilizamos para no hacernos cargo de nuestras acciones o elecciones, las que no nos animamos a decir de frente. Pero quiero intentar hilar más finito, y pensar con calma y concienzudamente, como haciendo una destilación. Los impulsos aparecen más rápido que el razonamiento, y es más fácil echar mano al chip que traemos incorporado, el que además, incluye todos los mandatos heredados. Si me tomo el trabajo de analizarlo me doy cuenta de que actuamos más por impulso que por elección. ¿Para qué detenerse a considerar las posibilidades si traigo las respuestas incorporadas? Pero... ¿me da satisfacción haber mentido? Mas esta pregunta tampoco surgió hasta que me detuve a pensar qué quiero yo en realidad. Y aquí se abre otra p

El relato de Patricio

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Patricio era un niño asombroso, muy ocurrente y maduro a pesar de tener sólo seis años. Como iba a un colegio religioso, había empezado a aprender algunos hechos de La Biblia, impartidos con sencillez, para que sean fáciles de entender. Un día llego a la casa muy entusiasmado porque la Hna. Clarisa les había leído un cuento sobre la creación del mundo. Quedó muy impactado, y en su afán por compartirlo, dio a sus padres su propia versión del relato. Hubo preparativos de mate y café con leche para Patricio, se sentaron alrededor de la mesa dispuestos a escucharlo atentamente y así comenzó a contar la historia, por supuesto,  muy condimentada con su imaginación. “Parece que había un abuelito con una barba muy larga que estaba a oscuras en un lugar muuuy grande. El abuelito se llamaba Dios, entonces prendió la luz y se dio cuenta de que no había nada, ni siquiera una silla para sentarse. Entonces Dios, agarró un pincel enorme y empezó

Sol en nuestra vida

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Un rayo de sol se cuela por una hendija. Por descuido, la persiana del dormitorio quedó mal cerrada. Se posó en mis ojos, “es temprano para levantarse” pensé. Lo comprobé al mirar el reloj que sonaría al rato. Lo primero, como siempre, poner la pava en el fuego. Preparar el mate intentando sorprenderlo al despertar. Su amplia sonrisa llena mi alma de alegría y esperanza. El beso y abrazo compartido, de amor. Es maravilloso comenzar el día sintiendo que todo estará bien. La mañana transcurre tranquila entre quehaceres y charlas. Después del almuerzo, cada uno se dispone a encarar su tarea. Con el ambo recién planchado, se despide y se encamina a cubrir una guardia que, con suerte, será muy movida. Otras veces, además, se tornará muy exigente, no sólo de sus habilidades académicas, sino de todo su ser empático y compasivo. Termino de cambiarme, cierro la puerta y me dirijo a encarar a las personas que, gener

Una carta que quizá no envíe

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada)   Me puse a reflexionar sobre lo que me diferencia de las personas en mi entorno, y apareciste vos. Me di cuenta de que, a pesar de los años compartidos, no reconozco algunas de tus actitudes. Pensé en tu relación con quien fue tu mejor amigo, casi un hermano durante treinta años. Como eran relaciones en común, creo entender un poco sobre ambos; y tengo la sensación de que, cuando me lo diga en voz alta, se ajustará el último nudo en el moño de este paquete. Él te compartía su vida entera, abiertamente, incluidas las diferencias con su pareja que era el centro de su existencia; aunque le llamaba la atención, inconscientemente según cuenta, que siempre tratabas de justificarla ante cualquier comentario. Seguramente creerías que era la forma de ayudarlo a reflexionar. En algún momento te disculpaste argumentando que no deberías opinar, a lo que él te respondió que era su responsabilidad, ya que te pedía que lo hicieras.

Nadie sabe

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Alicia y Sabrina eran amigas desde hacía mucho tiempo. Vivían juntas en un barrio de la ciudad y tenían un vehículo que compartían. Ambas trabajaban y en los tiempos libres frecuentaban amigos y familia, y estando en la casa, a Sabrina le gustaba leer y a Alicia experimentar con elementos que servían a su propósito de crear, era una especie de artista plástica. Habían adoptado un cachorro, un perrito color marrón con su lomo negro; creyendo que no crecería demasiado le habían armado una camita en el living de la casa. Al poco tiempo, y advirtiendo su error, Alicia le construyó una casita de madera, barro, y piedras en el amplio jardín que rodeaba la casa, más precisamente cerca de la galería trasera donde pasaban gran parte de su tiempo, sobre todo en verano; en invierno debían cerrar los ventanales y eso aislaba un poco a Morti de ellas cuando estaba afuera. No tardaron mucho en elegir el nombre del cachorro, debido a que de

Pensando

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada)   Esta mañana me despertó su voz en mi cabeza. Vive en un lugar muy chiquito, casi aislado; hace un tiempo que lo conozco y me gusta conversar con él y que me comparta sus vivencias. Es una persona reservada. Impresiona como alguien que él siente que no es, o haciendo una honesta introspección, admite que quizá fue en otra época. Esto se debe a que desde chico fue un gran observador de sus actitudes, con el propósito de ser tenido en cuenta y evitar rispideces; eso lo llevó a tratar de modificar aquello que no le gustaba, convencido de que lo demás cambiaría en torno a su persona. Hoy es adulto y está orgulloso de su lucha que, gracias a La Constante Presencia, parece que sigue dando buenos frutos. Según refiere, a veces se siente un niño por no darse cuenta del manejo general de la gente, y en otras ocasiones, se siente un viejo por sus aprendizajes y maneras de pensar, como si su mente y espíritu no fueran de la man

Momento

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Es una hermosa primavera, dando paso a lo que será un caluroso verano. La noche está limpia, con un cielo azul transparente que permite mirar más allá, casi percibiendo el Universo. Tomo una manta, mi mate, voy al jardín y me acomodo en el sillón hamaca, dispuesta a disfrutar la luna llena.    -Te acompaño. -escuchó.    -No veo cómo podría evitarlo. Te pido que te quedes en silencio. Aceptó los términos sabiendo que tenía que hacer un gran esfuerzo.    -Qué belleza, grande y redonda, es una de esas ocasiones donde parece estar más cerca iluminando todo el jardín, que me mece con una suave y cálida brisa e invita a despojarse del mundo, y abrirse en mente y espíritu.    -Pero al final, siempre se ve la misma cara.    -Sí, la sabiduría de la obra así lo dispuso.    -¿Qué ocultará?    -¿Por qué tendría que ocultar algo?    -Porque es como las personas, en general se muestran de una manera pero nunca llegas a cono

Causal encuentro

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada)   Era una tarde cálida y apacible, entrada ya la primavera. Sentada a orillas del gran lago había una niña pequeña con su cabecita gacha, mirando el agua con expresión triste y a la vez serena. Me acerqué despacio y la saludé. Al principio se sorprendió, pero espontáneamente afloro la simpleza e inocencia de su niñez, aunque no dejaba de mirarme. Me devolvió el saludo y su carita adoptó una expresión de curiosidad con una pica de escepticismo. Le pregunte su nombre, y al decirlo, rápidamente me pregunto el mío. Cuando le dije que no tenía, se sorprendió y prometió que pensaría uno para mí. Le pregunté qué hacía allí sola y me contó su historia. Su hermana había partido pocos días antes, y sus padres estaban muy tristes y un poco enojados. Alicia era para ellos un ejemplo de hija, María era un poco más bulliciosa y traviesa, y en esos días, no estaban pudiendo prestarle la atención necesaria, a tal punto que no se daba

Una pregunta que no haré

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca Registrada) Salí temprano hacia el aeropuerto con todo el entusiasmo y la alegría de saber que iba a volver a abrazar a mi mejor amiga después de varios años de no estar juntas. Hacía mucho que se había ido del país. Nos conocíamos desde muy chiquitas. Compartimos infancias, juegos, cumpleaños, amigos. Un día decidió seguir su sueño de volar, y durante todo el tiempo que le llevo su búsqueda, fui la única persona que conocía sus planes; me sentí bendecida de ser su cómplice y colaborar con ella y su propósito. Mi amiga se fue de casa para internarse en un pueblito de la Provincia de Buenos Aires, donde aprendió muy bien su oficio y sintió que, verdaderamente ese era su camino. Dio a conocer su decisión poco antes de su partida. Esto impacto fuertemente en su familia, amigos y demás relaciones. Sus padres estaban muy tristes y creo que, en el fondo, no tan sorprendidos; lo sintieron como una perdida, ya que no la verían muy seguido. Algunos se