Pasá que te cuento!!

  Todo lo que nos sucede tiene un aprendizaje positivo.   Y se vino la tormenta, incesante, abrumadora, por momentos muy intensa, otros, más conciliadora. Los relámpagos y truenos duraron toda la noche, su luz intensa y estruendo parecían un reproche. Las cuatro de la mañana, toca mi hombro, me despierta cloc cloc se siente en la almohada, me levanto, un poco a tientas, me obliga a correr la cama, me acuesto sin entender, y media hora después, vuelvo a sentir su reclamo, y, otra vez me levanto, la cama vuelvo a correr y el clic clic en la madera, de mi mesa, al parecer, me obliga a jugar un Tetris que luego resolveré. Cuando casi estoy dormida y ya empieza a amanecer sigo escuchando su ira, y algo decido ya hacer. Me levanto y en mi mente se comienzan a ordenar las acciones a intentar, pues surgen varias ideas, y al considerarlas muestran, libre el camino a tomar. De golpe viene el recuerdo, cumple años mi papá, y aunque hace mucho no está, siempre d

¿La culpa la tiene el otro o me hago cargo?   Estoy un poco agobiada pues tengo muchas reuniones, y siento que no me alcanza el tiempo y las atenciones que le debo a cada espacio, y su horario en ocasiones. ¿Cómo es que “no tengo tiempo”?, como dice mucha gente, ¿acaso para cada uno las horas son diferentes? ¿y los días?... ¿y los años?... ¿para todos son distintos?... y ahí comienzo a observar, ¿cómo uso mis horarios? ¿a qué le dedico el tiempo? ¿cómo elijo aprovecharlo? El tiempo es común a todos, decidimos cómo usarlo, por eso el vecino duerme cuando me estoy levantando, y es esta diversidad la que suma en nuestras vidas, y nos muestra las salidas según la necesidad. Y cuando elijo el respeto por el tiempo de los otros comienzo a encontrar el foco y aprendo a multiplicar el orden, y a organizar mi tiempo en lo que yo quiero y contribuir junto a otros a este mundo mejorar, porque aprendemos a dar, en trabajo solidario, nuestro tiempo tan valioso, sea amigo o adversario. Y… “haz bien