El bullicio que llevó al silencio
Es complicada la elección de quedarme, tanto como lo fue llegar hasta aquí.
Aunque lo más difícil fue sobrellevar los efectos de esta decisión en la familia.
Tiene una buena vida, y se destacó por ser la mejor alumna y compañera durante sus once o doce años en la escuela.
Su familia es modesta, pero siempre se las arregló para darle lo necesario para llegar hasta aquí.
Fue la mejor hermana y por ende, se sentía desde ese lugar que también era la mejor hija, aunque ella no lo supiera y mucho menos alardeara por eso.
Con su manera de hacer bien las cosas y paso firme, hurgó por varios
lugares.
Llegó a trabajar como profesora, título que obtuvo en tiempo y forma
después de una difícil elección, ya que tenía aptitudes para una diversidad de
carreras o profesiones.
Una vida prolija y digna de admiración.
Aunque no perdió su habitual calma, empezó a sentir la incomodidad del
constante y creciente bullicio de la orquesta ciudadana. Esto la impulsó a
buscar un algo que acrecentara su interior, buscando fundamentos para confirmar
su íntimo conflicto al priorizar su creciente vocación dejando en segundo plano
las consecuencias de su elección.
Fue como sumergirse en un abismo que, lejos de atemorizarla, acrecentaba su
fascinación por la incertidumbre, sin dudar de La Meta al final del recorrido.
Eligió el silencio, a consciencia de que transitarlo puede ser tanto o más
complicado por este camino.
Así encontró su lugar y con el paso del tiempo, la calma de su entorno al
verla feliz.
Miriam Venezia
04/11/2025
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