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Mostrando las entradas de octubre, 2025

Dímelo

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia ® Por invitación de Lualpri a participar en un poema fusionado   Dímelo, no tengas reservas tengo espaldas anchas y una mente abierta todo lo que digas escucharé atenta sin agresiones ni vanos cuestionamientos, sólo tendrán cabida aquellos que mi racionalidad necesita, para entenderte hasta el último momento. Aunque no comparta tus decisiones, creo firmemente que todo puede arreglarse con diálogo y empatía . Mi amor es verdadero y está por encima de todo egoísmo. Que seas feliz es suficiente y seré capaz de transformar mi tristeza... Y a la distancia, quizá pueda decirte: “Gracias, crecí y soy feliz”. Miriam Venezia 26/01/2024

Un alma abierta

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia ® Es temprano y el sol parece salir por las ventanas de mis casas. Me invade el creciente bullicio que, como viento que arrastra las hojas por las calles, se acrecienta sumando guardapolvos hacia la escuela, albergando la alegría de la mañana. Soy pequeño y todo es cercano. Pasadas las primeras horas, y con un poco más de calma, se van desperezando las puertas de la oficina de correo , el banco , la comisaría y unos cuantos comercios. No así la sala de primeros auxilios que permanece alerta y me cuida permanentemente. A mediodía, la ráfaga de regreso penetra en las casas, es hora del almuerzo. Se cierran las puertas y, al rato, los sonidos se van apagando, y me entrego exhausto en el silencio de la siesta . A la tardecita mis calles se llenan de risas y juegos. Por las noches, reuniones en la vereda de algún vecino y escondidas o manchas en la calle. La niñez es feliz, tanto que se siente que siempre será así. De a poco se van ...

Una mirada diferente

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Pasá que te cuento - Miriam Venezia ® Tuve que crecer en años y madurez para tomar consciencia de la importancia de estudiar, y entender la diferencia entre instrucción y educación . Según lo aprendido en casa y también en la escuela, hoy se me hace muy clara la distinción entre ambas. En casa aprendí sobre valores y algunos conocimientos, que se complementaron con la escuela, donde adquirí conocimientos y afiancé los valores. Este proceso es posible gracias a la familia, los amigos y los maestros, de la escuela y de la vida. Cuando me di cuenta de cómo utilizarlo correctamente, crecí y maduré, agradeciendo que siempre se está a tiempo, que la edad no impide rescatar y reconocer todo lo que se puede valorar y entender. Cuando era chica observaba las manos de papá. Las veía enormes, gruesas, fuertes como todo él, a veces intimidantes cuando se enojaba. Luego pude ver más allá y rescatar calidez, firmeza, generosidad. Cuando me cargaba, me llevaba a alturas impensables, su...